Liberate del horno de fuego.

[Romina Rodriguez]

Isaías 43:2
“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.”

Hoy en día vivimos en un mundo plagado de maldad e inmoralidad que cada vez se está convirtiendo en una Sodoma y Gomorra siglo veintiuno. En donde no les interesa, ni se preocupan por conservar y/o buscar lo que es eterno.
Lo que es verdadero y único que es el amor de Jesucristo,que nos dio el mejor regalo que pudiéramos tener que es el perdón de nuestros pecados y la oportunidad de la salvación y vida eterna. Que nos concedió a través de su sacrificio en la cruz del calvario.

Colosenses 1:12-14
“con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.”

Es triste saber que hay personas que están cegadas espiritualmente que no ven mas aya que lo cotidiano , lo normal porque se resignan por las situaciones duras y complicadas que les suceden. Que en ocasiones se frustran, se llenan de ira, de rencores,agresividad, vicios y si seguimos es una lista interminable de cosas negativas.
Porque bajan los brazos fácil, sin darse la oportunidad de cambiar su realidad para una sobrenatural,que sólo en presencia de nuestro amado Dios la obtendrán.

Una historia poderosa en la palabra de Dios, la biblia esta en el libro de Daniel capítulo 3 en adelante. Que cuenta la gran liberación poderosa de Sadrac, Mesac y Abed-nego del horno de fuego.
En esos tiempos en Jerusalén la había sitiado los Babilónicos, cuyo rey Nabucodonosor, era uno de los más poderosos de esa época. Ese mencionado rey mandó a realizar una estatua de oro con un tamaño de 60 codos de altura y 6 codos de ancho. Por lo cual se mandaron a llamar a todos los principales del reino para que vieran esa estatua. Dentro de los principales estaban Sadrac, Mesac y Abed-nego que eran los encargados de los negocios de las provincias, cuyo puesto lo pidió Daniel en el momento que fue el que reveló el sueño del rey.
Resulta que cuando se escucharan los tambores,flautas y de mas instrumentos debían postrarse frente a la estatua, la persona que no lo hiciese lo mandarian al horno de fuego. Las únicas 3 personas que no se postraron fueron Sadrac,Mesac y Abed -nego, por lo cual el rey se enfureció y dijo que ardiera 7 veces más el horno de fuego. Cuando los iban a meter al horno las personas que lo llevaron se quemaron en el momento, antes de que los tiraran para adentro. En un momento dentro del horno de fuego notan los 3 que no se quemaban y es ahí cuando el Dios todopoderoso se manifestó apareciendo frente a ellos y el rey notó que había una cuarta persona, quedando atónito se asomo al horno y los llamó a ellos para que salieran del horno.
Acá es cuando nuestro amado Dios muestra su infinita misericordia y amor a quienes son fieles a él.

Daniel 3:27-28
“Y se juntaron los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos varones, cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían. Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios.”

Que nos demuestra la palabra de Dios con esta poderosa historia, que aunque a veces nos toque estar en hornos de fuego ya sea por problemas, situaciones difíciles sucedan en tu vida hay un Dios poderoso, misericordioso, bondadoso que te cuidara, te protegerá, te librará y no permitirá que nada le suceda a quienes son fieles a él.

“EL TIEMPO DEL CAMBIO ES AHORA”

Se que hay un mover poderoso en este momento en ti, por ese motivo de invito a que hagas esta oración conmigo.

Señor Jesús: gracias por tu infinita misericordia y amor para conmigo que me permitió a través de tu sacrificio en la cruz, el perdón de mis pecados y la oportunidad de poder tener la salvación y vida eterna. Me arrepiento de mis pecados y abro completamente mi corazón a ti reconociendote como mi único Señor y salvador de mi vida. Aceptando con un gran gozo y alegría la dirección, guía y enseñanza del Espíritu Santo, para que así se pueda manifestar tu gracia y favor en mi vida. Amén

Que la bondad, amor y misericordia de nuestro amado Señor Jesucristo esté con vosotros siempre.

Shalom

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